De lo terrenal y lo celestial

La libreta negra    

         El hermano de mi esposo falleció bruscamente de un infarto masivo a la edad de 46 años, cuando rebosaba en salud y sin previo aviso. Dejó a su esposa y dos hijos de 13 y 16 años, los cuales no llegaban a comprender lo sucedido. El dolor y soledad los fue invadiendo; debían superarlo lentamente.

         Una semana había pasado del terrible episodio, cuando una noche al acostarme cerré mis ojos y aflojé mi cuerpo intentando dormir. De pronto me sentí flotar al mismo tiempo que me elevaba, como atraída por un imán, sin voluntad. Entonces todo se llenó de una hermosa e inmensa luz y allí estaba él. Podía ver claramente su imagen como suspendida en el aire. Yo pregunté:

         —¿Cómo puedo verte si tú has muerto?

         A lo que él respondió:

         —Solo tú puedes. Tengo poco tiempo. Solo vine a decirte algo muy importante.

         Seguido se hizo un corto silencio, yo me acerqué con lágrimas de emoción y alegría. Quería besarle la mano, pero cuando intenté tomar sus manos entre las mías, grande fue mi asombro al ver que solo tenía una masa de luz con un entorno celeste mezclado. Di un paso hacia atrás y él dijo:

         —Dile a mi esposa que busque una libreta negra. Es muy importante que la encuentre pronto.

         Acto seguido se fue alejando hasta desaparecer. Noté nuevamente que me trasladaba hasta sentir mi cuerpo apoyar sobre la cama.

         Al otro día le comuniqué a su esposa el mensaje. A la noche, ella me llamó emocionada: Halló una libreta negra con una cuenta bancaria elevada que vencía en pocos días a nombre de él.

Haydee, 50 años
Londres, REINO UNIDO